|
El Estudio
Jurídico Blumkin viene funcionado en forma
ininterrumpida desde el 5 de agosto de 1982 ,
sobre la base de los siguientes principios:
a) La abogacía es una profesión de servicio
que nace de una vocación. La función del abogado
consiste en ayudar a su cliente a resolver el
conflicto que lo agobia.
b) El abogado debe comprender a su cliente.
si no lo comprende, es conveniente que no acepte
el caso, ya que no estará en condiciones adecuadas
de defenderlo. El hecho de que lo comprenda no
significa que deba entender que le asiste toda la
razón. Debe asesorarlo adecuadamente, indicándole
cuáles son los caminos viables para resolver su
conflicto, y señalando con claridad en qué
aspectos puede resultar vencido de insistir en un
reclamo infructuoso.
c) El honorario nunca debe constituir la
prioridad, sino la consecuencia de la tarea
desarrollada. La prioridad debe ser siempre
defender al cliente, y tratar de encontrar pronta
solución al problema que lo aqueja.
d) La relación del abogado con sus colegas
y con el Tribunal debe ser cordial. Pero el trato
cordial no debe restar un ápice la defensa
enérgica de los derechos de su cliente.
e) Ningún caso es igual a otro. Cada caso
requiere especial atención en razón de las
peculiaridades que le son inherentes. por tal
razón, la tarea del abogado debe ser artesanal. No
resulta conveniente trabajar sobre la base de
modelos preestablecidos.
La aplicación práctica de estos principios ha
generado una clientela estable y permanente,
conocedora que sus problemas constituyen la razón
de ser de nuestra actividad profesional.
Con el transcurso del tiempo, la
Dra. Silvia B.
Blumkin, advirtió la importancia de transmitir la
experiencia que iba cosechando , a los jóvenes
abogados.
La vocación docente no se limitó a la formación de
jóvenes profesionales en el ámbito de su Estudio
Jurídico. Desde el año 1977 se viene dedicando a
la enseñanza del Derecho Internacional Público en
la U.B.A.
La enseñanza del Derecho Internacional Público no
se contrapone con el ejercicio activo de la
profesión. Todo lo contrario. La Dra. Blumkin
tiene la plena convicción que la norma
consuetudinaria -base del D.I.P.- constituye el
núcleo mismo de todo Ordenamiento Jurídico (el
"verdadero derecho"); y el objetivo de la
profesión consiste en lograr la aplicación
práctica del "verdadero derecho", cuya
consecuencia natural es obtener un acto de
justicia.
Estamos convencidos de que este portal resultará
de enorme utilidad en la tarea de contribuir a la
formación de buenos profesionales del Derecho,
comprometidos con la sociedad argentina y con la
Comunidad Internacional en su conjunto, para
trabajar en el desarrollo de un mundo más justo y
más equitativo.
En la medida en que estudiantes y jóvenes abogados
obtengan el mayor provecho posible de éste,
nuestra intención estará cumplida, y nuestro
esfuerzo recompensado.
|